Chequeos médicos anuales para personas con síndrome de Down

En el pasado, las personas con dificultades de aprendizaje no tenían el mismo acceso a la atención sanitaria

en comparación con la población general. Esto, entre otras razones, ha dado lugar a

una peor salud mental y física y una menor esperanza de vida.

Hay muchos problemas médicos que suelen afectar a las personas con síndrome de Down, así como afecciones cardiacas. No suelen ser importantes en sí mismos, pero pueden afectar a la salud y el desarrollo y deben ser objeto de revisiones para poder realizar un diagnóstico y un tratamiento precoces. Habitualmente, los médicos no son plenamente conscientes de estos inconvenientes en relación con el síndrome de Down y pueden achacarlos a que forman parte del propio síndrome o incluso a que están relacionados con la afección cardiaca.

Es importante para todas las personas con síndrome de Down que se reconozcan y traten estas afecciones médicas, pero sobre todo para las que tienen limitaciones cardíacas, ya que los retrasos en el desarrollo pueden atribuirse a una mala salud y a hospitalizaciones debidas al corazón y, por tanto, pueden pasarse por alto otros problemas. Por ello, hay que insistir en que se realicen las pruebas pertinentes

Audición

La pérdida de audición puede ser significativa, en la mayoría de los casos  de las personas con Síndrome de Down. Este se debe, esencialmente, su oído pegajoso (otitis media con derrame). 

Las primeras evaluaciones para detectar este inconveniente pueden realizarse meses después del nacimiento, pero debe preverse una evaluación y un tratamiento continuados de cualquier pérdida auditiva. Recordemos que oír correctamente  es fundamental en el desarrollo del habla y del lenguaje.

Crecimiento

Generalmente, se cree que las personas con síndrome de Down tienden a tener menor estatura que sus compañeros neurotipicos. 

Pero esto se debe a que en algunas ocasiones hay problemas médicos que afectan al crecimiento y que deben identificarse y tratarse.

Por este motivo, son relevantes los controles periódicos del peso y la altura durante los dos primeros años de vida. Posteriormente, esto se continuarán una vez al año durante la infancia y de forma regular en la edad adulta.  Es recomendable  anotar la fecha y los resultados de los estudios en las tablas de crecimiento específicas para el síndrome de Down.

Si se nota una falta de aumento de la masa muscular en la infancia o la pérdida repentina en etapas posteriores, se deberá prestar especial atención porque son cuestiones a las que se debería atender junto con la salud y la nutrición generales. 

Corazón

Aproximadamente, se registra que el 47% de los bebés que nacen con este síndrome son diagnosticados con defectos cardíacos congénitos. 

Sin embargo, esto no es fácilmente observable porque no siempre presentan síntomas en los primeros días de vida. 

En consecuencia, estos pequeños diagnosticados deben someterse a pruebas de detección de problemas cardiacos en las primeras seis semanas. Únicamente de esta forma sus padres pueden llegar  garantizar que las anomalías graves puedan tratarse en el momento óptimo.

El examen clínico por sí solo no es suficiente y debe realizarse con un ecocardiograma y una radiografía de tórax. Ambos estudios  deben ser efectuados por alguien con la experiencia pediátrica adecuada. Se sugiere continuar con este tipo de estudios al principio de la adultez.  

Tiroides

La incidencia de este tipo de problemas aumentan en el caso de las personas con síndrome de Down.  La más frecuente suele ser el hipotiroidismo (tiroides hipoactiva). Pero también se da el hipertiroidismo (tiroides hiperactiva). 

En cualquiera de los dos casos, esto debe ser tratado porque esta glándula es la responsable de controlar el metabolismo del cuerpo. Si se dan unos niveles incorrectos de tiroxina (la hormona segregada por la glándula tiroides) pueden afectar al crecimiento y al desarrollo. Además, otros posibles efectos secundarios pueden ser el letargo y las  palpitaciones.

Columna cervical (inestabilidad atlanto-axoidea)

Esto no es tan común en las personas con síndrome de Down. Pero sí existen algunas que pueden correr un mayor riesgo de sufrir lesiones en la columna vertebral. Dicha situación se puede dar debido a una debilidad en la articulación de la parte superior. Desafortunadamente, actualmente no existe ningún método de detección de esta debilidad.

Volvemos a subrayar que, al ser las posibilidades de que suceda pocas, no debería este miedo llevar a que los niños no realicen ciertas actividades deportivas. Así como señala nuestra colaboradora María Stroman, de la fundación “Creando Luz”: “Los posibles problemas médicos deben ser cuestiones a atender para mejorar la vida de los pequeños, y no temores limitantes mentales”. 

En este sentido, no esta de más señalar que si una persona con síndrome de Down presenta dolor inexplicable en el cuello y  detrás de la oreja, debilidad en brazos y piernas o problemas con la vejiga o el intestino, debe consultar urgentemente a su médico de cabecera para que lo examine. 

Dental

Las revisiones dentales anuales son muy importantes para cualquier persona con cardiopatía, ya que la higiene bucal desempeña un papel importante en la prevención de la entrada de bacterias en el torrente sanguíneo, donde pueden causar endocarditis.

Visión

Existe una alta incidencia de problemas de visión en las personas con síndrome de Down, entre los que se incluyen no sólo la miopía y la hipermetropía, sino también la ausencia de enfoque de cerca, los estrabismos, las cataratas congénitas, el nistagmo y el queratocono. La visión debe revisarse y controlarse regularmente. Los exámenes oculares son posibles incluso en niños muy pequeños incapaces de leer una tabla de letras.

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