El momento en el que una persona con síndrome de Down ve a su hermano irse de la casa familiar, puede ser una de las crisis vitales fundamentales en su vida.
Realizar el duelo de la nueva ausencia es sumamente difícil, porque es ese el vínculo el que funcionaba como nexo con muchas experiencias del mundo exterior.
Esta situación puede llevar a la persona con síndrome de Down a una depresión si no es identificada a tiempo. Si su hermano se fue de la casa, es fundamental que lo apoyes emocional y psicológicamente.
Respecto a esto último, es fundamental que estés acompañado por un profesional de la salud mental para que te muestre cuál es el camino certero para ayudar a tu hijo con síndrome de Down. Pero además, puedes seguir alguna de estas recomendaciones para consolarlo:
- Explicarle que su hermano volverá con cierta frecuencia a visitarlo Y hablar con su hermano para que intente hacerlo. En caso de que no se pueda, de ese modo, proponer encuentros de calidad virtuales o en un lugar consensuados por todos.
- Animarlo a trabajar por una mayor independencia, para vincularse, e incluso, si es posible, para aspirar en algún momento, vivir solo él o ella también.
- Ayudarlo a buscar nuevas actividades extracurriculares en las que pueda construir su propio entorno de amistades
- Tener un diálogo abierto y animarlo a expresarnos sus emociones respecto a esta transición.
- Remarcarles que ese dolor o angustia pasarán en algún momento, que la tristeza es parte del proceso.
- Incentivarlos a practicar actividades expresivas como: teatro, baile, pintura, etc. De esta forma podrán canalizar sus emociones.
- Estar atentos a si la tristeza es prolongada o inhabilitante, o a cualquier tipo de síntoma de depresión para comentarlo a su equipo de salud mental para abordar el asunto con rapidez.
¿Qué sentimientos pueden nacer de los niños con síndrome de Down en vinculación con sus hermanos?
Los adultos con síndrome de Down que son jóvenes pueden luchar contra la decepción y el desánimo al darse cuenta de que sus compañeros y hermanos tienen más libertad y un abanico más amplio de experiencias en sus vidas que ellos. Pueden observar cómo sus compañeros adquieren una sensación de independencia personal, se desenvuelven en trabajos, relaciones y pasatiempos que a ellos se les niegan.
Cuando sus hermanos se van de casa, no solo echan de menos tenerlos en sus vidas cada día, también echan de menos su círculo de amigos y las oportunidades de vida social que antes disfrutaban. No es infrecuente encontrar una reacción inesperada cuando hermanos y hermanas que regresan a casa sean recibidos con el ceño fruncido, en lugar de obtener una reacción más amistosa y cariñosa que les demuestre que los han extrañado.
¿Cómo se puede mejorar el vínculo entre hermanos cuando estos conviven?
Es importante que los hermanos de un niño con síndrome de Down comprendan las características únicas de esta enfermedad y desarrollen empatía hacia su hermano. Puede ser una tarea difícil, y requiere mucha asertividad y esfuerzo por parte de los padres o tutores.
Sin embargo, los beneficios son numerosos, porque al crear un entorno de comprensión y aceptación, se establecen los cimientos de una relación fuerte y significativa entre los niños. Además, se fomenta el respeto por las diferencias individuales y se promueve el trabajo en equipo y la colaboración en la familia. He aquí algunos consejos que nos ha recopilado nuestra colaboradora María Stroman, de la fundación “Creando Luz”:
- Establecer expectativas realistas y equitativas
Es importante establecer expectativas justas y realistas para cada miembro de la familia, teniendo siempre en cuenta sus capacidades individuales. Hay que evitar comparar a los hermanos, sino valorar y reconocer los esfuerzos y logros de cada uno dentro de su propio contexto único. Celebra los logros de cada hermano destacando sus habilidades y talentos únicos. Cultivar un ambiente de respeto mutuo estableciendo expectativas equitativas y sensatas ayudará a evitar resentimientos o sentimientos de frustración.
- Promover la comunicación abierta y el diálogo familiar
Es vital establecer una dinámica familiar que fomente la participación activa y la expresión abierta de sentimientos y pensamientos de todos los miembros. Mantener una comunicación libre de juicios ayuda a cultivar la confianza y unos lazos fuertes entre los hermanos. Se sugiere que cada miembro de la familia se turne para compartir sus sentimientos y pensamientos con el resto de la familia.
- Educar a los hermanos sobre el Síndrome de Down y fomentar la empatía
Proporcionar información clara y precisa a los hermanos sobre el síndrome de Down es fundamental para que comprendan las características y necesidades de su hermano o hermana. Sugerimos dar explicaciones claras y concisas que correspondan a su edad. Intenta aclarar qué es el síndrome de Down y cómo puede afectar a la vida de su hermano. Además, fomenta la empatía instándoles a que se pongan en el lugar de su hermano y comprendan los retos a los que puede enfrentarse.